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HA LLEGADO EL MOMENTO DE EDITAR TU ARMARIO

Hay un tiempo en el que es necesario abandonar las ropas usadas, que ya tienen la forma de nuestro cuerpo, y olvidar nuestros caminos, que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es tiempo de travesía y, si no nos atrevemos a hacerlo, nos quedaremos, para siempre, al margen de nosotros mismos.

Fernando Teixeira de Andrade

2025 ha comenzado, trayendo consigo la promesa de nuevos comienzos. Los caminos abiertos requieren valentía, requieren travesía, y no hay renovación sin movimiento, sin el acto de dejar atrás lo que ya no nos sirve. Esa renovación puede empezar en el lugar más sencillo y, al mismo tiempo, más simbólico y significativo: nuestro armario.

¿Alguna vez te has encontrado mirando tu armario lleno y, aun así, sintiendo que no tienes nada que ponerte? Ese sentimiento no surge de la falta de prendas, sino del exceso de ellas. Ropas que “funcionan”, pero sin realmente funcionar. Prendas que te pones por hábito, pero que ya no hablan de quién eres o de quién te estás convirtiendo.

¿Y qué decir de aquellas prendas que amaste en el momento de comprarlas, pero que ahora permanecen olvidadas, colgadas como espectadores mudos? ¿O de esas que aún tienen la etiqueta, esperando un “momento perfecto” que nunca llega? Esas prendas, aparentemente inofensivas, ocupan más que espacio físico. Ocupan espacio mental, emocional e incluso energético. Ese exceso no es solo físico, sino también psicológico. Y aquí es donde entra la importancia de editar tu armario.

Las prendas que ya no reflejan tu esencia son como capítulos inacabados, ciclos que insisten en permanecer abiertos. Y, en ese desorden, un armario desalineado se convierte en uno de los mayores ruidos entre tú y la imagen que realmente deseas proyectar al mundo.

Los ciclos se cierran, otros se abren: esa es la esencia de lo nuevo pidiendo paso.

Luiza Leão

Al igual que los ciclos de la vida, el armario también pide renovación. Editar el armario es mucho más que un acto de organización; es un gesto de autocuidado, una travesía que exige valentía para soltar, dejar ir y crear espacio. Cada prenda que se va libera no solo espacio físico, sino también claridad y libertad para abrazar lo que tiene sentido en el presente.

El año nuevo ya ha llegado, trayendo consigo la energía del movimiento y la transformación. Es una invitación a la travesía, a abrir las puertas de tu armario y mirarlo con sinceridad.

Por ello, te dejo una invitación: tómate un momento para reflexionar ante cada prenda. Pregúntate:

  • ¿Esta prenda todavía representa quién soy hoy?
  • ¿Me siento segura, auténtica y cómoda al usarla?
  • ¿Me ayuda a comunicar la imagen que quiero proyectar al mundo?

Al final de esta travesía, lo que queda es un armario que realmente cuenta tu historia, una colección de prendas que abraza quién eres ahora y acompaña el camino que has decidido recorrer. Editar no es perder, sino ganar claridad, ligereza y espacio para lo que realmente importa. Se trata de abrir las puertas, de tu armario y de ti misma, a lo nuevo. El movimiento ya ha comenzado, y te está llevando más cerca de tu versión más auténtica y actual.